Bueno esta es la idea del trabajo que pretendo realizar, en esta ocasión, lo voy a intentar con un tronco de romero que tenía en el corredor de la muerte, esperando para braza de barbacoa y cada vez que lo miraba le veía posibilidades que de alguna manera, propiciaban su salvación. La idea es hacer un pequeño tanuki: decidí indultarlo.
Después de darle mil vueltas elegí este ángulo de corte, creo que con el mismo se imprime más movimiento al tronco.
Ya se mantiene solito, buen síntoma!. Tras el corte Comenzamos limpiando concienzudamente el tronco, para lo cual utilizaremos un cepillo de alambres.
Una vez limpio, empezamos a realizar la hendidura por la que vamos a insertar el plantón elegido.
Nos queda algo así:
A partir de aquí, lo que trato es proteger la madera frente a la incuestionable podredumbre, para lo cual le aplico varias capas de liquido de jin, dejándolo secar muy bien entre cada una de ellas.
Como continuación del trabajo de protección le intento proporcionar una especie de calzado que lo aísle aún más de la humedad del suelo, para lo cual le aplico una capa de fibra de vidrio hasta medio centímetro de la alzada. Como además soy muy maniático, le di una última capa de bálsamo cicatrizante, si, del mismo que se aplica a las heridas de poda. Y nos queda tal que así.
Bueno, ha llegado la hora de presentarles al “donante”, y le llamo así porque de alguna manera, va a propiciar que el tronco también recobre vida. Con respecto al mismo tengo que decir que inicialmente había pensado en otro, un mirto que había cultivado de esqueje, pero como siempre, mi Maestro me argumenta un cambio de planes y termino dejando al mirto para otra ocasión.
Efectivamente, se trata de un Juníperos Rígida y así me lo hizo saber propinándome con pinchazos su manipulación. Si, lo se, mucho mejor que un mirto.
Comenzamos con el trabajo de adaptarlo al tronco, para lo cual nos ayudaremos de unas bridas que son bastante socorridas.
La base ya esta perfectamente sujeta
En esta imagen vemos al rígida completamente sujeto al tronco y en la siguiente al Maestro dándole la posición exacta en la maceta (caché para el blog!), espero no me cobre derechos de imagen.
Este artículo lo he titulado Shinu-ikiru, es simplemente la combinación de dos palabras japonesas que significan morir-vivir, pues bien, la operación ha sido un éxito, aquí están los dos, respirando al unísono y así los dejamos, ahora toca esperar a que enraíce con fuerza y su tronco engorde hasta el punto de ocupar absolutamente todo el alojamiento preparado en el tronco seco. Como decía al principio, esta es la idea, ahora solo falta que se convierta en realidad. Seguiremos informando!
Pelota......
ResponderEliminarBuen puente Pepe.
Saludos